Un español se encontraba el día del 11-S en la azotea de la torre sur justo cuando el primer avión impactó contra la torre norte, entonces, y al contrario que otros que se quedaron mirando lo que ocurría en la torre norte, optó por lo que coloquialmente se dice salir por patas pensando que lo que había pasado en la torre de enfrente tambíen podía pasar en la otra torre y precisamente por eso sobrevivió mientras que los que se quedaron en la azotea evidentemente murieron.
Comparemos la historia anterior con la gestión de Zapatero: mientras el señor Rodríguez Zapatero se dedicaba pregonar a los 4 vientos que estábamos en la Champions League de la economía europea una crisis global empezaba a propagarse poco a poco, la cuestión es que esa crisis tardó en llegar a España más que en otros sitios. Zapatero en lugar de prever que esa crisis que estaban padeciendo otros paises de Europa nos podía llegar a nosotros también y actuar en consecuencia para que los efectos fueran lo más atenuados posibles, optó seguir viviendo en su mundo de "Alicia en el País de las Maravillas", después se dedicó a ir negando la crisis: que si "no hay crisis" que si "estamos en un pequeño bache" hasta que la crisis se hizo tan grande y evidente que ya no había por donde cogerla.
Los que estaban en la azotea de la torre norte no tuvieron ninguna oportunidad de sobrevivir, nosotros sí la tuvimos pero la dejamos escapar por culpa de Zapaero.
Suscribo las palabras de Ignacio Camuñas: "Los males de España hoy presumo que ya no se curan con simples medicinas. Es necesario, por desgracia, que vayamos a la mesa de operaciones. Este es el triste legado del gobierno del señor Rodríguez Zapatero".
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